Netflix muchas veces nos ha sorprendido con sus producciones, Strangers Things, Black Mirror, Sense8, 13 reasons why, entre muchos otros. Sus series la mayoría del tiempo dan algo de que hablar, demostrando la relevancia que puede tener hoy en día. Sin embargo, uno de sus más grandes anuncios fue que tenía en mente hacer anime, lo mejor es que no solo se quedó en palabras. Lo que nos trae ahora es otro de sus intentos (después de Blame!), estamos hablando de Castlevania, veamos si puede hacerle un favor a esta popular franquicia de videojuegos.

Ficha técnica
Nombre: Castlevania
Director: Sam Deats
Escritor: Warren Ellis
Distribuidor: Netflix
Estudio: Frederator Studios, Powerhouse Animation Studios, Shankar Animation, Project 51 Productions y Mua Film
Capítulos: 4
Emisión: 7 de julio del 2017


¿De qué trata Castlevania?


Basado en el tercer juego de la franquicia, Castlevania III: Dracula´s Curse, la historia nos pondrá en un reino donde Dracula liberó un ejercito de demonios que van de ciudad en ciudad matando a todos sus habitantes. En esta ocasión seguiremos a Trevor Belmont, quien viaja sin rumbo fijo y se emborracha en cada oportunidad que tenga. Esto lo llevará a la ciudad de Gresit donde ahora se encuentra la plaga, en ella estará la iglesia para intentar solucionar ese problema persiguiendo a los eruditos llamados Oraculos. Por desgracia, Trevor quedará involucrado en todo eso y tendrá que resolverlo a como de lugar.

Corto, rápido, pero preciso


Si algo se le debe señalar a la trama desde un inicio son los escasos capítulos que tiene. Esto no debería ser un problema grave, no es necesario tener mucho tiempo para contar una buena historia, hay muchas que con poco cuentan mucho. El detalle con Castlevania es que el ritmo de los capítulos no es consistente, mientras que en los primeros dos va lentamente contando la situación, llega a tal grado que muchos los considerarían bastante denso, hasta aburrido, pero tan pronto empieza el tercero cambia radicalmente. A partir de ese momento empieza a presentar todo de forma apresurada acumulando las conveniencias y perdiendo ligeramente la naturalidad que había logrado. Curiosamente, el cambio le funciona bien, hasta cierto punto. El ritmo lento ayuda a los personajes y plantea bien las bases de la historia para que cuando llegue la acción se enfoque en ella casi completamente para no perder la velocidad. Sabe acomodar sus piezas para después soltar todo lo que tiene y eso se aplaude, puede que en consistencia y naturalidad falle, no obstante, logra volverse entretenido por lo que presenta y como.


Para los personajes encontramos que varios son interesantes. Dracula es el primero en ser presentado y al que nunca se le vuelve a dar tiempo en pantalla. Su trasfondo y lo que plantean de él puede parecer cliché, sin embargo, su personalidad junto con lo imponente que se ve con sus acciones y presencia logran volverlo alguien que deseas seguir viendo. Al mismo tiempo, es algo desconcertante la poca atención que le dan al amor por su esposa, sobretodo porque esta es la razón de su odio hacia los hombres. No es algo estrictamente malo, pues en varias ocasiones nos dicen cosas de su relación , no obstante, si es parte del planteamiento de la trama no hubiera estado mal darle un poco más de tiempo en pantalla. Con motivaciones convincentes, aunque relativamente escueta, se gana un lugar en las razones de esperar una segunda temporada.

Trevor Belmont sería el protagonista y por eso tiene un desarrollo más llamativo, primero se nos muestra como un borracho errante que no le importa nada de lo que está pasando. Es hasta que llega a Greist cuando podemos ver un cambio paulatino (tanto como el ritmo de los episodios lo permite) al ver una situación similar por la que pasó su familia y por la que él es un alcohólico. Trevor, al final, muestra un cambio significativo y acorde con su actitud inicial, incluso deja paso a que siga evolucionando a través de las siguientes temporadas para volverse un personaje con el que podrías empatizar. Los demás serían de relleno pues no se trabaja a profundidad ningún otro, aunque el que más sobresale es el Obispo que tenía una mentalidad interesante que pudo haber dado más, pero tuvo una conclusión y fue muy insatisfactoria. Los personajes son carismáticos, te pueden agradar y dejar con ganas de más, aunque solo dos (de los cuales uno solo aparece en un capítulo) sobresalen tampoco es como si el cast fuera grande. Por ahora parece que solo han rascado la superficie, así que solo queda esperar para ver si continúan por el buen camino.


Para los fans del videojuego habrán varias cosas que los hará alegrarse. Empezando por lo apegado que esta al lore del videojuego, obviamente tiene varios cambios para adaptarla al formato de serie animada, pero nada significativo que la vuelve negativa. Por la forma como aborda la trama podemos apreciar porque eligieron el tercer juego, debido a que de la trilogía original es el que tiene más personajes, el final es muestra de esto. Hay cambios, siempre los habrá, aquí los manejan de forma decente, agregando cosas que podrían dar paso a elementos más complicados o, por lo menos, interesantes y conservando la esencia de Castlevania. Es cierto que todavía falta mucho para mostrar, pero solo es el comienzo (y uno muy corto) así que queda la gran posibilidad de que con el tiempo veamos más cosas que la hagan merecedor de un lugar entre los fans del videojuego.

La animación y música dándolo todo para la ambientación


La animación pareciera ir de la mano con el ritmo de los capítulos. Durante la primera mitad veremos que hay varios momentos donde los movimientos se ven tiesos y secos con algunos momentos donde el dinamismo se hace presente. Cuando pasan los otros dos es donde ocurren las mejores peleas y en general la mejor fluidez. Los defectos llegan a ser notables cuando se presentan y eso les quita muchos puntos, sin mencionar que los capítulos finales todavía los tienen, las peleas pueden ser buenas, pero en los momentos entre estas sigue siendo estándar rozando lo malo. Algo que también llamará la atención es el uso del gore, el cual tiene dos lados positivos: uno cuando se hace presente, porque se nota lo brutal que puede ser y el segundo es que no lo usan constantemente, evitando convertir al anime solo en exposición de sangre y vísceras. Eso sería lo mejor del gore, es un recurso y no el foco principal (como ocurre en varios animes donde la trama básicamente es sangre e intestinos), sabe como usarlo y eso se aplaude. En la animación a Castlevania no se lo podría considerar increíble, tiene buenos momentos, pero son contados y opacados por sus notorios defectos.


El apartado sonoro tiene diferentes cosas a mencionar, entre la música y el doblaje que hicieron. En cuestión de música si se siente que va acorde con el ambiente de la serie. Al ver la época donde se desarrolla, los coros usados durante varias escenas quedan muy bien con la atmósfera y dan un sentimiento de inmersión muy notorio. Mientras que por el doblaje se oye sorprendentemente bien, son pocas las cosas que cambian y solo lo hacen para la sincronización de sonido y boca, aunque al final siguen diciendo lo mismo. Las actuaciones de voz van acorde con los personajes y le dan una gran emotividad a las escenas más importantes. El apartado sonoro (tanto en música como en doblaje) es solido, no duden que se sentirán parte de los acontecimientos.

Una serie promedio con potencial


Podemos apreciar los intentos de Netflix para entrar en el anime, aunque parece que sus tropiezos van a ser constantes. Castlevania no se cae por tener cuatro capítulos, sino por como nos cuenta su historia en estos. Hay historias que con menos o un poco más de tiempo logran contar una gran historia, así que la duración no es excusa. Para nada es algo malo, incluso puede gustar a varios, pero sus errores son tan notorios y significativos que se tienen que mencionar. Aunque cuando hace las cosas bien denota un potencial que esperemos ver en su segunda temporada (la cual contará con 8 capítulos), por ahora, tenemos una temporada que parece más una presentación o una película introductoria para algo más grande.