En 1989, Nintendo cambió el panorama de los videojuegos portátiles con el lanzamiento del Game Boy. Antes de su llegada, disfrutar de los videojuegos implicaba quedarse en un solo lugar: los arcades eran inmóviles y el NES dependía de un televisor. Pero el equipo de Nintendo R&D One revolucionó esta idea al ofrecer una consola que cabía en el bolsillo, iniciando una tradición que continuaría con el Game Boy Color, el Game Boy Advance y el Nintendo DS.

Aunque surgieron competidores como el Game Gear de Sega o el WonderSwan, ninguno logró destronar la innovación de Gunpei Yokoi. No fue sino hasta 2004 cuando Sony, ya consolidada en la industria, lanzó el PlayStation Portable (PSP), ofreciendo una alternativa potente a la familia Game Boy. Con ventas que superaron los 80 millones de unidades, el PSP fue un éxito rotundo para Sony, entregando experiencias que las portátiles de Nintendo no podían igualar.

Con ese éxito en mente, los jugadores esperaban una sucesora digna. Así, en 2011 nació el PlayStation Vita, una consola que prometía elevar la experiencia portátil al nivel del PlayStation 3. Sin embargo, su historia estuvo lejos de repetir el éxito del PSP.

PS VITA - ANIME.ONG (imagen referencial).

Desde 2009 comenzaron los rumores sobre una nueva portátil de Sony. Para el Tokyo Game Show 2010, era un secreto a voces que ya existían prototipos, e incluso se rumoreaba de un hardware similar en potencia al Xbox 360. Finalmente, en 2011, se presentó oficialmente el proyecto "Next Generation Portable" (NGP), que luego sería el PS Vita, prometiendo gráficos espectaculares, controles innovadores como paneles táctiles, y el respaldo de grandes estudios de desarrollo.

La presentación inicial fue bien recibida, con un precio competitivo de $250 dólares también sumaba al entusiasmo, pero pronto surgieron problemas: el Vita carecía de memoria interna suficiente y requería costosas tarjetas de memoria, lo que generó molestia entre los usuarios. A pesar de estas críticas, el lanzamiento en Japón en diciembre de 2011 tuvo un arranque prometedor con más de 300 mil unidades vendidas en la primera semana.

Cuando llegó a Occidente en febrero de 2012, el Vita se mantenía firme, con un catálogo fuerte que incluía títulos como Gravity Rush y Persona 4 Golden. Sin embargo, tras un buen arranque inicial, las ventas comenzaron a caer rápidamente. Aunque el hardware era excelente, el mercado simplemente no mostró el interés esperado.

En 2013, ante las bajas ventas, Sony dejó de reportar cifras individuales del Vita y comenzó a agruparlas junto con las del PSP, una señal clara de problemas. Aunque se intentaron varias estrategias para rescatarlo, como rebajas de precio, nuevo hardware más barato y la integración de funciones de juego remoto con el PlayStation 4, la respuesta del público fue tibia.

Sony también impulsó el Vita como un refugio para juegos independientes y títulos de nicho, especialmente JRPGs y novelas visuales en Japón, logrando mantener viva una base de usuarios leales. Además, impulsaron funciones de crossplay y streaming a través de PlayStation Now, integrándolo al ecosistema PlayStation.

Parecía que podría encontrar un segundo aire, especialmente tras el éxito de títulos como Freedom Wars y la buena acogida de juegos indie, pero todo cambió en octubre de 2014, cuando Monster Hunter 4 fue lanzado en exclusiva para Nintendo 3DS. Al no contar con la franquicia Monster Hunter, fundamental para el éxito del PSP, el Vita perdió su oportunidad en Japón.

El 2015 fue desastroso para la portátil. Sony prácticamente la abandonó, cesando el desarrollo de juegos AAA y descontinuando periféricos como el PlayStation TV. A finales de 2015 y en 2016, Sony declaró que no habría sucesor del Vita, enfocándose en dispositivos móviles y en el PlayStation 4.

Aunque el Vita siguió recibiendo juegos indies, JRPGs y apoyo limitado en Japón hasta 2018, la producción de consolas y juegos físicos cesó finalmente en 2020. Mientras tanto, el Nintendo 3DS dominó el mercado portátil y el surgimiento del Nintendo Switch terminó de sellar el destino de la consola de Sony.

En retrospectiva, el PS Vita fue un dispositivo adelantado a su tiempo, pero las malas decisiones estratégicas, la competencia feroz y la falta de apoyo continuo de Sony y terceros sellaron su destino. Aunque sus fans lo recuerdan con cariño, nunca logró alcanzar el éxito de su predecesor. Hoy, el mercado observa con expectativa los rumores de que Sony podría intentar de nuevo en el mundo portátil, pero esta vez con las lecciones que el Vita dejó.